Disertación:
El alma humana
Según
las diferentes tradiciones religiosas y
perspectivas filosóficas, el alma humana puede ser material, o por el contrario,
de índole espiritual. Generalmente, la mayoría de la sociedad al estar dominada
por la religión, creen que tenemos en nosotros un componente inmaterial,
o mejor, que nosotros como personas estamos formados por un componente
inmaterial a lo que llamamos alma, es decir, si sostuviéramos que el ser humano
posee un alma inmaterial además de un cuerpo, esta no tiene que verse afectada por
la muerte del propio cuerpo, es inmortal. Pero ¿cómo es posible esto? Para mí
solo ha sido una patraña inventada para que aquellas personas débiles tengan una esperanza de algo que se les niega en vida.
Considerando que el
alma es material podemos decir que la materia es la que la controla, por
ejemplo el cerebro, aunque en mi opinión ni si quiera existe el alma. En el
cerebro, en la mente, es donde están todas nuestras emociones, ideas, valores…
a lo cual, le puedes otorgar el nombre que quieras, ya sea alma o mente. Si
nuestro cuerpo muriera dejando de latir nuestro corazón, nuestro cerebro, por
el contrario, seguiría en funcionamiento, es ahí donde está toda la información
de nuestro ser. Respecto a nuestros sentimientos y a la acción que producen en nuestro cuerpo como consecuencia
de ellos, por ejemplo cuando estamos tristes anímicamente y lloramos, simplemente
es un estímulo del cuerpo a causa de nuestro estado mental, podemos decir que se
producen un conjunto de reacciones químicas e impulsos eléctricos en distintas
zonas del cerebro. Somos materia y nos convertimos en polvo al morir.
Como conclusión, cabe destacar el proyecto del doctor James, científico de la Universidad de Southampton (Reino
Unido), quien ha logrado que dos personas se comuniquen con el poder del cerebro
con solo la tecnología. Una persona a la que llamaremos A, la
encargada de transmitir el mensaje, lo hace con la tecnología BCI, por la que un
ordenador es capaz de traducir las
órdenes del cerebro a las propias del PC. Es
así como el código binario de la señal se desplaza hacia otro
ordenador de la persona B,
quien gracias a la misma tecnología recibe el mensaje de A en
el lenguaje del cerebro.
Pensando se entiende la gente. Este podría ser el lema que resume el experimento del Doctor James en Reino Unido. Gracias al potencial descifrador de la tecnología BCI, en un futuro los humanos podrían comunicarse sin
mediar palabra. Para
esto no hace falta alma, solo materia.